El mes de julio en Orihuela destaca por la festividad de las Fiestas de la Reconquista de Moros y Cristianos, declaradas de Interés Turístico Nacional en 2017. Año tras año, alrededor del 17 de julio, llena de color, esplendor y majestuosidad las calles de la metrópoli, sin dejar indiferente a nadie, con su ceremoniosa exaltación de la celebración, sus solemnes desfiles, la guerrilla de pólvora o los actos programados respecto a la Gloriosa Presenta del Oriol.
Moros y Cristianos Orihuela
La “reconquista” de la metrópoli y su paso al mundo cristiano es un fenómeno histórico complejo en el que se implicaron tanto la corona de Castilla como la de Aragón. En 1266 Jaime I el Conquistador sofocó la sublevación mudéjar tomando la localidad para su yerno el monarca Alfonso X de Castilla.
Por su lado la Leyenda de La Armengola, narra como el alcaide del castillo de Orihuela, Bezaddon, se planteó pasar a cuchillo a los cristianos residentes en la mozarabía del Arrabal Roig, exceptuando a la nodriza de su hijo, llamada Armengola, a su esposo, Pedro Armengol y sus 2 hijas. La Armengola avisó a los cristianos, desvelando el proyecto de los mahometanos, y subiendo a la alcazaba en compañía por su esposo y 2 robustos adolescentes, Ruidoms y Arnúm, vestidos con las ropas de sus hijas, pasaron a cuchillo a la guardia sarracena. Las Santas Justa y Rufina aparecieron a modo de luceros sobre la torre del homenaje para alumbrar la refriega. Las tropas de Jaime I de Aragón, que se encontraban en las proximidades, tomaron la urbe al día siguiente, el 17 de julio, celebración de las santas.
Historia y Leyenda se entremezclan en la festividad de la celebración, ésta se institucionaliza desde 1.400 con la ejecución de toda una secuencia de actos, siendo los más relevantes: la procesión cívico-religiosa de la gloriosa Presenta del Oriol y el sermón en la misa de las santas.
A esta festividad se le sumaron otros actos durante los siglos XVI y XVII: comedias, danzas, monumentales y cabezudos, justas poéticas, festejos taurinos y simulacro de batallas entre moros y cristianos. Formando una de las fiestas de esta clase más viejas de la provincia, refundada en 1974 tras varios años de olvido.
El factor más relevante de nuestras propias fiestas es La Gloriosa Muestra del Oriol, declarada Bien de Interés Cultural en 2017 (B.I.C.), y el primordial signo de identidad de los oriolanos. En su origen poseía una doble funcionalidad, se usaba tanto como estandarte de guerra (representando a la metrópoli o inclusive al Rey) y como estandarte festivo. La bandera tiene los títulos de Real y Gloriosa y privilegio de inclinarse sólo frente a Dios (durante la festividad de la Eucaristía) y frente a el Monarca. Por esto es bajada o izada mediante unos cordones que la mantienen continuamente erguida. Además se le rinden honores de Capitán Gral., de esta forma puesto que, se la obtiene y se la retira con el Himno Nacional y 24 salvas de Honor. Bordado en la bandera, una de las más viejas española, surge el eslogan “Semper ensis vester prevaluit” que desea mencionar “Siempre prevalecerá vuestra espada” privilegio real concedido por Pedro el Ceremonioso.
El pendón está coronado por El Oriol o Herodio signo de la metrópoli, que además surge en el escudo. Todos los años el Pleno Municipal escoge al Síndico Portador del Oriol, recordando un cargo del Consell de la era foral, que suele recaer en una persona que haya llevado a cabo una contribución particular en beneficio de Orihuela, así sea a partir del campo profesional, político o humano.
El día enorme, el 17 de julio, el Síndico procesiona la Gloriosa Presenta del Oriol, bajo mazas, junto con la Corporación Municipal, el Cabildo de la Catedral, los máximos representantes corporal Nacional y Local de Policía y cada una de las comparsas de moros y cristianos, arropándola y acompañándola en su recorrido por las primordiales calles de la metrópoli. Además, el Síndico participa en la exposición pública de tan insigne estandarte en el balcón central de la Vivienda Consistorial, la noche del 16 y del 17 de julio.
Otra de las propiedades propias de la Celebración de Moros y Cristianos de Orihuela es la recuperación de la figura de la Armengola y del Síndico portador de la Gloriosa muestra del Oriol, como cargos honoríficos.
a partir de 1991 para honrar a la Armengola, se escoge a una dama para que la personifique a lo extenso de las Fiestas de Moros y Cristianos. Esta leyenda se representa anualmente en la toma del Castillo, luego de la guerrilla de pólvora, en la que los dos bandos escenifican una lucha durante las calles, para concluir en una recreación del castillo, ahí el Alcaide moro se ve obligado a dar las llaves del mismo al partido cristiano.
La Celebración de Moros y Cristianos Orihuela, además es celebrada con otros actos, como la ofrenda floral, en la que todos los comparsistas, ataviados de su traje de media gala, ofrecen flores a las co-patronas de la urbe, las Santas Justa y Rufina; el desfile infantil, donde las novedosas generaciones se responsabilizan de desfilar con la solemnidad y majestuosidad que la edad les posibilita; la enorme retreta festera, donde el humor, la ironía y los disfraces toman las calles en un desfile multicolor hasta la Ingreso Mora y la Ingreso Cristiana, que todos los años sorprenden a los espectadores, con sus sublimes puestas en escena, sus fastuosas carrozas, sus soberbias danzas y sus regias y aplaudidas filas.
Moros y Cristianos Orihuela
En conclusión, la Reconquista Oriolana es la festividad de un fundamental hito en la narración de la metrópoli de Orihuela, sin embargo además es una celebración alegre, divertida y animada,en la que todo el que la visita puede deleitarse con los soberbios desfiles y gozar luego de las orquestas y bailes organizados por las diversas cabilas y cuarteles. Revivir la historia, conocer la leyenda y sentir la celebración, solamente pasa en Orihuela.
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