Los Moros y cristianos de San Blas, aunque hay supones de que ha podido comenzar en el 41 o el 42, la edición más admitida es que la primera oportunidad que se celebraron los Moros y Cristianos de San Blas fue en 1943. No fue de manera estructurada ni premeditada, ni bastante menos, sino de forma espontánea.
Sucedió que en las Hogueras de aquel año, el ámbito se encontraba un poco alicaído en San Blas. Exactamente en 1943 la Plantà fue retrasada al día 27 de junio para que las fiestas no coincidieran con el Corpus Christi, lo cual ha podido mermar en el arrojo de los vecinos.
El presidente de la comisión fogueril sanblasina Juan Rojas, fallido por la circunstancia, quiso animar la noche pidiendo a un joven llamado Salvador Mozón ‘el Tramusero’ a disfrazarse de moro con sus amigos, y desfilar de la misma forma que se hacía en Alcoy.
De esta forma ya que a Salvador le gustó la iniciativa y convenció a unos amigos para ponerse sábanas, toallas como turbantes y con escobas como armas. Inclusive se ennegrecieron la cara con corcho quemado y betún. De esas guisas fueron paseando por las calles de San Blas.
Esos pioneros de la fiesta fueron el citado Mazón, Antonio Barrera, Tonico Asensi, Pepito Pascual, Juan Hérnandez ‘el Zafra’, Vicente Olcina, Antonio Martín Trenco, José Espí y José Esclapés.
Dado a la enorme acogida que tuvo de parte de los vecinos de San Blas, el entonces presidente de la Gestora de Hogueras Tomás Valcárcel, solicitó la existencia de estos improvisados “moros” para un acto en honor a la Bellea del Foc de 1944. En esta ocasión los adolescentes se prepararon mejor y alquilaron el Alcoy algunos trajes auténticos de moros festeros.
Con la llegada de las Hogueras, se repitió el desfile, pero en esta ocasión de manera más estructurada y premeditada. De esta forma, se fueron constituyendo las primeras comparsas. A lo largo de los primeros años se dio la situación de que solamente había personas que les encantaría salir de cristianos.
En 1945 se desarrolló la primera filà, los Moros Negros. Sus colores emblemáticos fueron el negro y el rojo. Esta filà sigue en pié en la actualidad con el nombre de Los Negros Senegaleses.
Al año siguiente se traslada el punto de actividad social de los festeros del bar de El Pelut a la vivienda de ‘El Parralet’. Además se escenifica la primera embajada y se crea el primer castillo, que fue pintado sobre las paredes de la vivienda del ‘Carnicer’.
En el 48 se monta el primer castillo tridimensional y se recitaron los contenidos escritos autenticos de Pepito Pascual ‘El Fusteret’. Los papeles de embajadores fueron representados por Antonio Blanco y Manuel Egea a lo largo de caso los 30 años siguientes.
La Comparsa de Moros y Cristianos se hizo legal como identidad en 1949, a través de Leoncio Calderón. Se puede tener en cuenta que esta fue la fecha oficial de inicio de las fiestas de Moros y Cristianos de San Blas. Su primera sede fue en la calle Carlota Pasarón.
Además se desarrolló la figura de los capitanes, recayendo en nuestro Leoncio el del bando moro y en Expédito Lanjarín el católico.
Durante los 50, las fiestas fueron ganando más grande extensión y también, al encajar con las Hogueras, eran invitados a desfilar por el Centro de la región hasta el Ayuntamiento.
En los 60 hubo una alguna división cuando surgieron 2 formas diferentes de comprender las fiestas representadas por un lado por los “comparsistas” y por otro por los “kabileños”. Se escenificó claramente un año donde los segundos quisieron ingresar en el desfile una imagen de San Blas y tras numerosos combates dicho paso acabó en el fondo del obsoleto barranco.
Por ello, en 1972 por último se formaliza una exclusiva entidad llamada Sociedad Festera y Cultural “La Kábila” que se escinde de la Comparsa oficial. A extendida, esto supuso el reconocimiento de los Moros y Cristianos de San Blas como una fiesta completamente sin dependencia de las Hogueras, hasta el punto que en 1979 se empezó a festejar unos días luego, a inicios de julio.
Antes de esto, en 1974 se funda la Unidad De Entidades Festeras (UDEF) para buscar la colaboración de las distintas fiestas de moros de la provincia, y San Blas pertence a las que firma el acta fundacional, adjuntado con Alcoy, Villena, Petrel y Sax.
Además ese año se fundaría la CEDES, una filà cristiana que con el paso de los años adquiriría una consideración capital para la fiesta.
Por último se desarrolló una Junta Central, para coordinar las 2 sociedades sanblasinas que ya están, dejando a un lado los tiempos de discordia.
En 1983 se escoge que, dado el creciente número de festeros, la entrada cristiana y mora podrían tener lugar 2 días diferentes, el sábado y el domingo respectivamente.
En el 86 la Junta Central consigue forma jurídica y aptitud legal plena, y se reforman sus estatutos. A lo largo de estos años estuvo adelante de las fiestas el vecino Pepe Antón.
Además se tomo la decisión de hacer el día del Mig any, que radica en que llegado el mes de enero (medio año antes de las fiestas), se organicen una sucesión de eventos, entregas de premios y disputas deportivas en el Parque de San Blas, y también un desfile oficial.
Luego de bastante más de 20 años celebrándose las fiestas en junio, antes de Hogueras, en 2010 se eligieron retrasarse hasta julio. Aquel año terminó un fracaso en asistencia ya que coincidió el objetivo de semana con la final del Mundial del fútbol de Sudáfrica, en la cual además jugó España. Por esto al año siguiente volvieron a junio, más allá de que en 2012 se cambió otra vez la fecha a julio.
En 2020 fueron suspendidos por primera oportunidad en la narración de la fiesta gracias a la pandemia de la Covid-19, suspensión que estuvo al año siguiente. Ya en 2022 se levantaron las limitaciones sanitarias y se lograron volver a festejar.
Los Moros y Cristianos de San Blas se convirtieron en posiblemente el más representativos de la provincia de Alicante. Durante todos estos años han gestado un estilo propio, apoyado en su música, en sus filás, en su castillo, sus desfiles y el grupo de eventos que constituyen las fiestas.
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